lunes, 11 de abril de 2011

Filosofía Social: Categorías

Políticos, razas, paises, religiones, provincias, barrios, formas de hablar, estudios, vestimentas, melodías, ideas, deportes, resultados y un eterno etcetera son algunas de las categorías que nos dividen los unos a los otros.

Que por negro, que por nazi, que por judío, que por no tener un título, que por haber perdido, que por ser aburrido, que por no salir el sábado, que por que te dejás estar, que por que sos un cagón, que por vestirte así y que por asá.

"Yo acá y los de tu categoría por allá."

Las categorías nos separan a los unos de los otros. No pasan ni 10 minutos de charla con alguien que, en cualquier momento, agazapadas, las categorías están listas para demostrárnos lo diferente que podemos ser de las otras personas. Todos y absolutamente todos somos diferentes, pero coincidimos en una sola cosa, todos somos humanos y, como tales, necesitamos humanizarnos. ¿Cómo se humaniza a un humano? Tratándolo como un par. ¿Cómo se logra? Quitando las diferencias y sabiendo que tanto el colectivero, como el verdulero, como el kioskero, como la modelo, como los deportistas, como los ladrones y como los curas, son humanos. Humanos como uno.

La pregunta que me surge es la siguiente:

¿Qué valores consideran importantes en una persona para darle valor como ser humano?

miércoles, 6 de abril de 2011

Recortes: Utilidad

"-¿Y cómo es posible poseer estrellas?

-¿De quién son las estrellas?. Contestó punzante el hombre de negocios. 

-No sé. . . De nadie.

-Entonces son mías, puesto que he sido el primero a quien se le ha ocurrido la idea.

-¿Y eso basta?

-Naturalmente. Si te encuentras un diamante que nadie reclama, el diamante es tuyo. Si encontraras una isla que a nadie pertenece, la isla es tuya. Si eres el primero en tener una idea y la haces patentar, nadie puede aprovecharla: es tuya. Las estrellas son mías, puesto que nadie, antes que yo, ha pensado en poseerlas.

-Eso es verdad -dijo el principito- ¿y qué haces con ellas?

-Las administro. Las cuento y las recuento una y otra vez. -contestó el hombre de negocios- Es algo difícil, ¡pero yo soy un hombre serio!

El principito no quedó del todo satisfecho.

-Si yo tengo una bufanda, puedo ponérmela al cuello y llevármela. Si soy dueño de una flor, puedo cortarla y llevármela también. ¡Pero tú no puedes llevarte las estrellas!

[...]

-Yo -dijo aún- peseo una flor que riego todos los días. Poseo tres volcanes que dehollino todas las semanas. Pues deshollino también el que está extinguido. No se sabe nunca. Es útil para mis volcanes y es útil para mi flor que yo los posea. Pero tú no eres útil a las estrellas..."

El Principito - Antoine de Saint-Exupéry

viernes, 1 de abril de 2011

Canciones: Ojalá


Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin tí.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

Ojalá se te acabé la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones

Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de tí,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.

Silvio Rodriguez (1969)