Por la noche oscura viaja la sombra
de un hechizo atado a un vuelo de alondra
y por una esquina casi en puntillas
doblan cuatro lunas y dos frutillas.
El tiempo se detiene, se agazapa
se embosca, disimula, se disfraza
y yo liviano como un día franco
ignorante del conjuro, voy llegando.
Y tras las ventanas callan sus risas
ángeles, nostalgias y trompetistas
cinco duendes llegan arriando estrellas
y visten tus labios para la fiesta.
Tu beso fue un mazazo de amapolas
de soles, de jazmines, mariposas
y yo medio knock-out voy tambaleando
aturdido, confundido, embelesado.
Voy... enamorándome
sin otro porque
que un beso
tu beso.
Voy... enamorándome
que voy
que no voy
mejor me espabilo
No hay que juzgar al destino
si el beso me vino
por algo ha de ser.
En la mesa tibia de la sorpresa
brindan la quimera con la certeza
y yo prevenido por el presagio
junto primaveras para el naufragio.
Tu beso fue un mazazo de amapolas
de soles, de jazmines, mariposas
y yo medio knock-out voy tambaleando
aturdido, confundido, embelesado.
Voy... enamorándome
sin otro porque
que un beso
tu beso.
Voy... enamorándome
que voy
que no voy
mejor me espabilo
No hay que juzgar al destino
si el beso me vino
por algo ha de ser.
Roberto Andrés Gil
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