Busca un lugar sin sol y al viento adrede.
Y que tus manos hablen con las mías.
Con una oscuridad de dos estrellas
es invierno aquí dentro y tal vez llueva.
Melancolías, hambres y temores.
Un ausente violín y violinista.
Un edificio hecho con lo abstracto.
Tres o cuatro pecados que se olvidan.
Una falta de todo imprescindible.
Un amor de fatiga y piel amiga.
Busca un lugar sin sol y al viento adrede.
Y que tus manos hablen con las mías.
No serás la pradera ni la luna.
No serás el velero ni la playa.
Ni seré yo el príncipe gastado
de venir a buscarte en su caballo.
No seremos mas que la luz del pecho
que se aprieta y se achica en la caricia.
No seremos mas que dos consuelos
libres de organizar nuestras reliquias.
Pues no tenemos mas suerte que la suerte.
Ni ayuda mas humana que el olvido.
Que no hay otra humildad que ser nosotros.
Ni grandeza mas digna que elegirnos.
Letra y Música: Roberto Andrés Gil